viernes, 2 de agosto de 2013


Al igual que sucede en los aspectos comerciales, las instituciones económicas internacionales también tienen un papel relevante en el sistema financiero internacional. A la empresa que actúa en un entorno global le afectan cuestiones como: la evolución de los tipos de cambio de las monedas, el establecimiento de controles de divisas por falta de liquidez de ciertos países, las distintas alternativas de financiación en los mercados o la posibilidad de participar en proyectos financiados por las instituciones financieras multilaterales. Vamos a analizar todas ellas siguiendo la evolución de las dos principales instituciones financieras internacionales: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el grupo del Banco Mundial.

  El Fondo Monetario Internacional.


El Fondo Monetario Internacional se creó conjuntamente con el Banco Mundial en la conferencia internacional que se celebró en Breton Woods (localidad cercana a Washington) en julio de 1944. Actualmente forman parte de él 178 países, incluyendo los países del Este de Europa y las repúblicas que formaban la antigua URSS. España ingresó como miembro en 1958.

El objetivo del FMI es establecer las normas que rigen el Sistema Monetario Internacional y desempeñar una labor de vigilancia de las mismas. Además, desarrolla una actividad de cooperación internacional mediante la asistencia financiera que presta a los países con problemas de pagos, siempre que estos pongan en práctica determinadas medidas y reformas que el FMI considere necesarias. Finalmente, también asesora y establece consultas periódicas con los países miembros.



  El grupo del Banco Mundial y los Bancos Regionales de Desarrollo.


La finalidad del Banco Mundial es proporcionar recursos financieros a largo plazo para proyectos de inversión en países en vías de desarrollo. En una primera etapa, su actividad central fue sufragar la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En una segunda fase, la mayor parte de la ayuda se dedicaba a la financiación de proyectos concretos, principalmente relacionados con infraestructuras: carreteras, tendidos eléctricos, obras hidráulicas, etc.

Hoy en día, el número de grandes proyectos industriales ha disminuido; parte de la financiación se destina a aumentar la productividad y el nivel de vida en los medios rurales y urbanos de los países más pobres: programas de mejoras agrícolas, cursos de formación y capacitación, sistemas de control de la población o ayudas para el medio ambiente. También se conceden préstamos a los países para que pongan en práctica políticas económicas que impliquen reformas estructurales. Desde el inicio de sus actividades el Banco Mundial ha realizado préstamos por valor de más de 300.000 millones de dólares.

Para formar parte del Banco Mundial es condición indispensable ser miembro del FMI. Los recursos provienen de las cuotas que aportan los países miembros en función del tamaño de sus economías. El mayor accionista es Estados Unidos (18%), seguido de Japón (8%) y Alemania (6%). El Banco también emite bonos para financiarse y promueve acciones para aumentar los flujos de capital privado hacia las zonas menos desarrolladas. Tiene un capital de 175.000 millones de dólares.

Los países ricos no pueden acceder a los préstamos del Banco Mundial (España pudo solicitar estos préstamos hasta 1977). Las ayudas y los recursos prestados se canalizan a través de cuatro instituciones que integran el grupo del Banco Mundial:

-       El Banco Mundial de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD) concede préstamos en condiciones de mercado a los países en vías de desarrollo con renta per cápita relativamente baja.

-       La Asociación Internacional de Desarrollo (AID) otorga créditos concesionarios sin interés o con un interés inferior al del mercado.

-       La Corporación Financiera Internacional (CFI) es actualmente la fuente más importante de financiación de proyectos de inversión privados en los países en desarrollo, es decir, estimula el crecimiento de los países en desarrollo apoyando al sector privado.

-       El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), cuya finalidad es fomentar la inversión directa en países en vías de desarrollo ofreciendo a los inversores extranjeros garantías que cubran sus riesgos no comerciales.

Junto al grupo del Banco Mundial existen otras instituciones multilaterales de financiación de ámbito continental: el Banco Interamericano de Desarrollo (creado en 1959), el Banco Asiático de Desarrollo (1963) y el Banco Africano de Desarrollo (1966). El Banco Europeo de Inversiones (BEI), que se constituyó en 1958 en virtud del artículo 129 del Tratado de Roma, tiene como misión la concesión de préstamos y garantías para financiar inversiones, principalmente en el sector industrial, energía, e infraestructuras; actualmente mantiene una actividad crediticia con los países ACP (África, Caribe y Pacífico) y los países de la cuenca mediterránea. Tiene su sede en Luxemburgo.

En 1991 se creó el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), con sede en Londres, para ayudar a los antiguos países del bloque del Este en su proceso de transición a la economía de mercado. Como socios fundadores participaron 39 países, todos de la OCDE, algunos latinoamericanos y árabes. El BERD tiene un capital de 10.000 millones de euros y financia sus préstamos a través de los recursos obtenidos en los mercados de obligaciones y bonos. Sus créditos se conceden preferentemente al sector privado, aunque durante el periodo de transición también financian proyectos públicos.

La existencia de todas estas instituciones ayuda a elevar el nivel de actividad económica en los países más pobres y, en este sentido, supone la apertura de nuevos mercados y la posibilidad de obtener pedidos importantes. Desde el punto de vista del marketing internacional, la empresa tiene que estar informada de los proyectos financiados por estas instituciones multilaterales y de cómo se desarrollan los concursos y licitaciones públicas.

Objetivos y funciones de las principales organizaciones económicas internacionales

· Organización Mundial del Comercio (OMC)

-    Reducción arancelaria

-    Eliminación de barreras no arancelarias

-    Competencia comercial entre países

-    Trato preferencial a países en vías de desarrollo

-    Progresiva liberalización del sector servicios

· Conferencia ONU sobre comercio y desarrollo (UNCTAD)

-    Regulación del comercio mundial de productos básicos y materias primas

-    Sistema de preferencias generalizadas

-    Cooperación económica entre países en vías de desarrollo

· Fondo Monetario Internacional (FMI)

-    Regulación del Sistema Monetario Internacional

-    Cumplimiento de la ortodoxia monetaria

-    Ayuda financiera a los países con dificultades en las balanzas de pagos

-    Marco negociador de las economías occidentales

-    Asistencia técnica a gobiernos en cuanto a fijación de políticas monetarias

· Banco Mundial

-    Financiación de países en vías de desarrollo

-    Análisis y evaluación de proyectos de inversión

-    Estudios de desarrollo regional para el tercer mundo

  El sistema financiero internacional en el futuro.


En los últimos años el sistema financiero ha evolucionado de una manera bastante parecida en la mayoría de los países desarrollados, de tal forma que presenta unas características similares que pueden servirnos para definir su futuro. En este sentido, podríamos señalar tres rasgos comunes de los mercados financieros internacionales: globalización, liberalización e innovación.

-    Globalización. En todos los sectores de la economía se ha producido una creciente internacionalización de sus actividades, pero quizá este fenómeno ha sido más evidente en el campo financiero. El sector financiero es, actualmente, un sector global, en el sentido de que la posición competitiva de una empresa financiera en un país se ve afectada por su posición en otros países. La globalización se inició a principios de la década de los setenta cuando la gran banca comercial norteamericana comenzó a ofrecer distintos servicios financieros en el extranjero. Posteriormente, los bancos de negocios europeos también extendieron sus actividades al exterior.

En la actualidad se podría decir que existe un solo mercado financiero internacional que abarca todo el mundo y cuyas operaciones, gracias al desarrollo de las tecnologías de la información, se realizan en tiempo real. El mercado empieza cada día en Australia, sigue por el sudeste asiático y Oriente Medio, para pasar luego a los principales centros financieros europeos (Londres, Frankfurt, París), continuar en Nueva York y Chicago, y terminar la jornada en la costa oeste de los Estados Unidos (Los Ángeles y San Francisco); poco tiempo después se abre nuevamente en Australia.

-    Liberalización. Tradicionalmente las autoridades económicas han intervenido en el sector financiero con el fin de supervisar la actuación de las entidades de crédito y asegurar su solvencia. En España, este ha sido el caso, por ejemplo, del coeficiente de caja o de los mecanismos de financiación del sector público.

En los últimos años se ha observado que la regulación no siempre consigue los objetivos establecidos y, por el contrario, se producen efectos negativos sobre la propia gestión de las entidades y la asignación de recursos. Por ello se han ido reduciendo de forma gradual las restricciones a la oferta de servicios financieros. La liberalización se centró en tres puntos:

·      Libre acceso de empresas extranjeras a los mercados financieros, si bien mantenido algunas restricciones.

·      Libre fijación de los precios de los servicios financieros e irregularidad en los tipos de interés.

·      Libertad para actuar en los distintos mercados del sector financiero.

-    Innovación. La aparición de intermediarios financieros no bancarios, sometidos a una regulación menos estricta que la banca comercial, ha permitido ofrecer nuevos servicios financieros con costes más reducidos. En los últimos años la oferta de estos servicios se ha ampliado de forma muy significativa con productos y servicios como factoring, forfaiting y leasing de exportación, préstamos y emisiones de bonos a tipo de interés flotante, bonos convertibles, financiación de capital-riesgo, fondos de inversión, transferencias bancarias electrónicas, gestión de tesorería por ordenador, operaciones de buy-out, etc. Toda esta nueva oferta facilita el desarrollo del comercio y la inversión internacional.

En la actualidad, la gran crisis financiera mundial, con la quiebra de muchos de los grandes bancos y la necesaria intervención de los Estados para sostener la economía y evitar un derrumbe de consecuencias impensables, hace que tanto los grandes economistas como los gobiernos empiecen a plantearse la necesidad de una revisión de todos estos principios. El sistema actual ha servido para enriquecerse a las entidades financieras y para dotar de un gran optimismo a la actividad económica, que ha repercutido en una sensación de bonanza y de gran prosperidad. Sin embargo, la fragilidad del sistema ha acabado mostrando que la prosperidad no deriva de la creación ficticia de dinero y se hace necesaria una revisión urgente del sistema que garantice la seguridad financiera del futuro.

 



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